NUESTRO PATRIMONIO
Iglesia Parroquial de Santa Ana.
Su construccion data del siglo XVIII, aunque fue restaurada en profundidad en el año 1940. Su campanario, de planta cuadrada y de gran sencillez deja ver tres cuerpos y remate. En el presbiterio, también de bóveda de medio cañón, hay un retablo barroco de madera con imagen de Santa Ana con la virgen niña, talla de R. Llorca Pla, 1946.
La imaginería es posterior a 1940.
La torre-campanario se encuentra encastrada a los pies de la nave con tres cuerpos y remate. Está construida con muros de carga de sillarejo y mampostería, con contrafuertes, con bóveda de medio cañón con arcos fajones carpaneles, y cubierta de teja sobre viguería de madera.


Ermita del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
La ermita del Cristo de la Buena Muerte, copatrón de Bellús con Santa Ana, data del siglo XVII y aparece documentada en un papel de 1791.
El edificio primitivo fue reemplazado en el siglo XIX por una segunda ermita neogótica, pensada para presidir el calvario o viacrucis. Con una donación de una señora (Concha Escobedo) que solía frecuentar los baños del balneario dejó en el testamento una suma de dinero destinada a ensanchar esa segunda ermita. La obra se acabó en 1935, aprovechando algunos muros y ajustándose al estilo neogótico del edificio original.
Al cabo de un año de inaugurarla fue seriamente dañada durante la Guerra Civil y la incendiaron en 1936. Finalmente fue reconstruida durante la posguerra hasta dejarla en el estado actual (Abel Soler, 2008)
Palau de Bellvís
Considerado de interés comarcal, está incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de interés histórico-artístico del Ministerio de Cultura .
El conjunto de torre y casa-palacio anexa es de origen feudal, siendo la torre del siglo XIV, y el palacio posterior. La esbelta torre es un elemento defensivo originalmente exento. Su base es rectangular, y se distribuye en altura en cuatro plantas, la última de ellas debió estar almenada. La casa palacio ha sido muy modificada y reformada a lo largo de los siglos, y destaca en ella su entrada principal, un arco de medio punto con elegantes dovelas.


Cueva de la Petxina
Esta cueva fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1998 junto al resto de muestras de Arte rupestre del arco mediterráneo. En esta cueva se han encontrado restos del Paleolítico, en concreto de hace 125.000 años durante el Musteriense. Estos restos se componen de 1.300 piezas de material lítico, en su mayoría raspadores para cortar la madera o la carne y que se pueden encontrar actualmente en el Museo de Prehistória de Valencia.
Las pinturas rupestres que se encuentran en el abrigo se dividen en dos estilos pictóricos. Un primer estilo más antiguo llamado arte esquemático, formado por figuras humanas simples y otras representaciones como barras y un estilo posterior que es el estilo levantino. Estas figuras se realizaron durante el Neolítico aproximadamente en el 4.000 AC.
Estret de les aigues
Se halla al Noreste del término de Bellús, limitando con Beniganim y Xàtiva. Formado por la zona de ribera de toda la margen izquierda del río Albaida a su paso por los cortados abiertos en la Serra Grossa.
Se accede desde la carretera N-340, aproximadamente a la altura del kilómetro 172’500, sale un camino que conduce el río Albaida, y acaba en una explanación donde comienza una senda paralela al río a pocos metros del actual cauce, en dirección a Xàtiva, que atraviesa todo el paraje.
Éste es un paraje natural de gran valor paisajístico, geomorfológico y ecológico, con vegetación de ribera, matorral y de roquedos calizos. Se trata del desagüe natural de las aguas de la Vall d´Albaida en dirección a Xàtiva, en forma de cortado abierto en la Serra Grossa, por donde pasan las aguas de los ríos Misena, Clariano y Albaida, reunidas ya en el cauce de este último.
Resulta de importancia histórica como paso natural, estando actualmente atravesado por el ferrocarril Xàtiva-Alcoi en la vertiente derecha del río, en término de Benigànim. Sus aguas han dado lugar a asentamientos humanos desde épocas prehistóricas, como la Cova de la Petxina y la Cova Negra (en Xàtiva), y se aprovecharon incluso para producir energía eléctrica mediante una central que funcionó hasta los años 50 (situada en término de Xàtiva, próxima al límite con Bellús).
